Creo que hay pocas cosas tan dolorosas como no poder comunicar con alguien. Sentir la necesidad y... nada.
Me he sentido angustiado. Y luego ya no.
Qué triste.
Necesitaba contar mi fracaso, el último, y al rato ya no. No merecía la pena.
Me he dado cuenta de las consecuencias y he pensado "esto sí que es el fracaso".
Parecería que es uno más pero no. Lo noto distinto. Tiene algo de definitivo que otras veces no estaba.
He decidido algunas cosas y entre ellas cerrar el blog.
Me he cansado de llevar la cuenta de pequeños fracasos, de anotarlos, de contarlos.
Nada más.
Es que cansa! Yo lo veo más un lugar donde diluirlos, no? compartir, olvidar,renovar,imaginar, nos gusta leerte ...
ResponderEliminarA mi también me gusta mucho leerte y no te olvides de como empezó este blog, nada que ver con los fracasos!!!
ResponderEliminarfracasos... acaso los fracasos no son sólo una huella dentro de nuestro natural proceso de cambio? dramáticos, sí. pero efímeros, instantáneos, sobrevalorados, útiles sólo cuando nos excusan a no avanzar, a no progresar...
ResponderEliminarparte del presente. que es inmediato recuerdo. aprendizaje. progreso. y, contradictoriamente, triunfo.
a mi también me gusta leerte. Supongo que porque, en parte, hay veces que también me leo...
al blog siempre se vuelve
ResponderEliminar¿Y dónde acudiremos para unas lecciones extra de Plague ahora que ya tenemos todas las armas biológicas posibles?
ResponderEliminar¿Y qué será de nuestro diletante? ¿le pasara como a Holmes que tuvo que resucitar por aclamación?
De momento he decidido poner fin a este comentario
Pero sólo temporalmente